Te veo.
Esperándome desde tu balcón, te asomas al mundo con ese aire altivo que te otorga el saberte deseado.
sábado, 28 de enero de 2012
viernes, 13 de enero de 2012
Fuenlabrada, 1999
Fuenlabrada, 1999.
Ese último día de curso salí de mi clase del colegio sabiendo que no volvería a pisarla. Al menos como alumno. Me llevaba conmigo ocho años de recuerdos. Realmente, no le daba importancia. Total, en tres meses empezaría el instituto, que estaba a tan sólo unos metros del colegio, y allí me reencontraría con casi todos mis compañeros...
La primera balada
-¡Mira, mira! ¡Date prisa!
Puse el ojo en la rendija. Y la vi. Y me quedé embobado. ¡Estaba preciosa! Algo dentro de mí cambió en aquel momento. No lo sabía aún, pero ya nunca volví a mirarla del mismo modo. Bueno, a ella ni a ninguna otra.
Puse el ojo en la rendija. Y la vi. Y me quedé embobado. ¡Estaba preciosa! Algo dentro de mí cambió en aquel momento. No lo sabía aún, pero ya nunca volví a mirarla del mismo modo. Bueno, a ella ni a ninguna otra.
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