lunes, 18 de agosto de 2014

Escribo en mí

Escribo en mí.

Porque busco libertad,
horizontes ávidos,
estrellas nuevas que me guíen una vez más.

Escribo en mí.

Porque acecho a mis neuronas,
sinápticos pulsos que envíen al universo
una letra.
Y otra,
y
    o
    t
    r
    a...

Escribo en mí.

Porque sólo en ti me baso para dar
al día otra oportunidad.

Escribo en mí.

Porque abro mis secretos a un hispánico acueducto de sintagmas
que ordénanse en caos desplegadas.

Escribo en mí.

Porque sólo me muestro
puro
cuando te moldeo.

Escribo en mí.

Porque cuanto más me escondo en mí
más me entrego al mundo.

Por eso escribo en mí.

sábado, 9 de agosto de 2014

Fado


El calor de la noche lisboeta se colaba por las ventanas de aquel pequeño bar. En una esquina, ojos cerrados y oídos abiertos, estábamos los dos, escuchando a Ana Laíns interpretar "Não passes com ela a minha rua".

viernes, 11 de julio de 2014

5 x 5

Todo empezó en un chasquido,
siempre oportuno el disparo,
que se alcanzó repetido
en la mitad del zurcido
única voz del descaro.

Rayo de aura inclemente.
Brutalidad delicada.
Con tu disfraz indecente
abres fuego penitente
a una acepción dilatada.

Verde frontera boreal.
Crío de paso inseguro.
Ávida pluma real.
Trazo de tinta letal.
Crónico largo futuro.

Burlas la búsqueda eterna
con revoltoso donaire,
pues abrazar tu lucerna
es dirigir la taberna
en la que incuba tu albaire.

Deja que encuentre tu signo
cada exigua grandeza
que nos regale benigno
un sólo átomo digno
de ser nombrado Belleza.


miércoles, 18 de junio de 2014

Es tarde para poesía

Sólo un mundo entero
podría abarcar nuestra ira.
Sólo una tardía hoja de luz
nos muestra el camino del arrojo.
Una vida entera esperando
una mañana de ayer,
que,
habiéndose ya marchado,
nunca llegamos a disfrutar.
Un anhelo eterno, una condena audaz,
un pedacito de dulce savia que se descuelga por las neuronas,
que muestra tu belleza metamórfica.
Apenas conocida, te descubres a todos sin reservas, sin condiciones.
Y sin embargo, te hemos abandonado.
Porque ya no hay oídos crédulos ni pupilas abiertas.
Ya no hay relojes que vayan al son de un latido.
No existen fuera de una jaula de temblor de alas,
de un extracto de crepúsculo rojizo.
No existen para el que no quiera mirar
más allá
de lo inmediato,
para el que no quiera un tesoro
en unas líneas de papel.

viernes, 21 de febrero de 2014

Cristales rotos

¿Quién recoge los cristales rotos?
¿Quién exclama al viento gritos rojos?
¿Quién rasga sus noches de reproches?
¿Quién decide cuándo ha puesto el broche?

Guarda en tu cajón azul las muestras,
prende en tu mirada la siniestra
luz que entre tus vidas se retuerce
amagando esfuerzos que ya escuecen.

Vuelve a competir en la distancia.
Vuelve a marchitarse la elegancia.
Nace tu verdugo más temido.
Muere la alegría que has sufrido.

Llamas inconexas, enfermizas
queman tus arterias en ceniza.
Hallas confusión cada mañana
que te encuentra anestesiada.

Te retuerces en tu cáscara de cal
calcando cada cara en el desván.
Eternizas la mañana en tu colchón
consiguiendo claudicar en desazón.

Tira el mundo a la basura.
Corre.
Escarba cada llanto con las uñas.
Mira.
Lucha cada trozo de carbón.
Quema.
Aúna cada roto en un cajón.
Gana.
Disfruta de lo poco que quedó.

martes, 18 de febrero de 2014

Poema pequeño número 1

Si la almohada compartiese
cada tacto de tus sueños.

Si pudiésemos vencer
nuestro mundo, tan pequeños.        
                                           
Si encontrara el diapasón
del motor que nunca empeño.

Cantaría el trovador,
mi juglar siempre risueño.

Rendiríamos el fuerte,
bajo un manto de cenizas.                
                                 
Sanaríamos la pena
que nos tiembla ya enfermiza.

Libraríamos batallas
en las calles más castizas.
                                 
Amaría cada tarde,
cada instante, cada día.