La vida dual

La vida es dual, contradictoria, simétrica. Eso la hace interesante. Obliga a pensar, a buscar contínuamente la verdad, el norte, para no perderse.

Llevo a cuestas desde hace unos días la sensación de que la vida es irónica. Hace que me venga una sonrisa casi sarcástica, de esas que salen torcidas a un lado de la boca. Porque veo esa dualidad de la que hablaba antes, cuando las cosas parecen ir regular, pero ves enfrente cómo eso mismo a otra persona le sienta como un guante, como hecho a la medida. Cuando algo acaba, siempre hay, en otro sitio, quizá a la vuelta de la esquina, un nuevo comienzo de aquello que termina en ese instante. Eso es lo que me provoca este choque de sensaciones, ayudando a mi cabeza a dar vueltas y vueltas.

Hace hoy dos meses que acabó mi relación. No es que haya reparado en exceso en ello. De hecho, me he dado cuenta por casualidad. Está claro que algo afecta, pero no me castigo por ello. No le doy excesiva importancia a las fechas, porque las cosas tienen un curso natural que no entiende de horarios ni efemérides.
Lo que ocurre es que, desde hace unos días, alguien cercano a mi siente ese maravilloso impulso de vida que da el amor cuando nace. Creo que es una de las mejores sensaciones (si no la mejor) que existen en el mundo. Por eso, cuando estoy cerca de esa persona, flota en el ambiente un aliento de alegría, un halo de felicidad tan poderoso que arrastra todo lo que se encuentra a su alrededor. Me alegra mucho ver a un ser humano tan radiante, pero me produce un nosequé por dentro un tanto incómodo.

Esa es la vida dual: poder escuchar la misma canción, al mismo tiempo, y que a dos personas les produzcan sensaciones tan distintas. Que un simple "i'm missing you" evoque para uno el recuerdo de una persona tan maravillosa que ya no comparte cada día a tu lado, mientras que a otra le traiga al pensamiento momentos futuros que se antojan maravillosos, mirando pasar los segundos lentamente para que llegue el día de ver sus ojos reflejados en otros que verá por primera vez.

Y todo esto hace de la vida algo maravilloso. No importa lo fea que se ponga, que siempre habrá un rayo de luz, un sentimiento bueno y alegre, que nos invite a seguir buscando la felicidad, aunque a veces cueste encontrarla.